BIENVENIDOS AMIGOS AL BLOG DEL ALICATADO.

Aquí podrán ustedes seguir buena parte de nuestros trabajos que se distinguen de los demás por su gran calidad en la ejecución. Buena colocación y perfecto acabado. Con una gran experiencia en el uso de todo tipo de azulejos y formatos especiales. Habiendo trabajado para Grandes Constructoras de prestigio y Pequeñas que luchan en este competitivo mundo dando Calidad a sus Clientes.
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jueves, 5 de mayo de 2011

APLACADO DE LA FACHADA DEL EDIFICIO "HUELVA IMPULSA".

Estimados amigos. Al haber pasado del visitante nº 1.000 al nº2.000 en menos de un mes, no solo me llena de orgullo sino de una gran responsabilidad, esto significa mucho para mí. Por esto mismo adelanto la publicación de este artículo que tenía previsto hacerlo para los primeros días del verano.
Os traigo en esta ocasión una obra curiosa a la vez que interesante. Se trata de la sustitución del recubrimiento de láminas de material plástico imitando madera por un aplacado porcelánico en los mismos tonos marrones que el anterior en  la fachada de un edificio municipal de la ciudad de Huelva.
Tras la retirada de las láminas imitando madera y los listones donde se sujetaban a la fachada, se procede a la limpieza de la misma para retirar los restos de pintura con una pistola a presión de partículas abrasivas. Tras esto se procede a la limpieza del acerado y a partir de aquí comienza nuestro verdadero trabajo, el Aplacado de la Fachada (aproximadamente 100 metros cuadrados).

Ubicación de la obra. 

Aspecto de la fachada antes de la reforma.

Rótulo del edificio.

Logotipo de la Empresa para la que trabajamos con más asiduidad desde junio del 2007, año de su nacimiento, en esta ocasión trabajamos bajo la supervisión y atenta mirada de nuestro amigo Juaquín, uno de los encargados de la empresa.   

 Estas son las láminas de material plástico imitando a la madera que recubría la fachada de este edificio, su aspecto deteriorado y que no cumplía ya su cometido son los motivos de su eliminación.

 Este es el nuevo material con el que se va a realizar el recubrimiento de la fachada, se trata de gres porcelánico y su formato es de 30 x 60 centímetros. Su principal característica es la gran resistencia a la intemperie y su extremada dureza. El color elegido se asemeja al color de las láminas que se han retirado, lo que hará que el aspecto de la fachada a ojos del viandante no cambie significativamente.  

Aquí podemos ver el aspecto exterior de la fachada de la obra, donde podemos apreciar que se encuentra en una calle con una pendiente bastante pronunciada, esta particularidad es la responsable de una de las mayores dificultades para nosotros en esta obra. 

 Junto con la pendiente del acerado, la curvatura de la fachada , el gran formato del recubrimiento porcelánico elegido y la gran altura que presenta la fachada en sus dos extremos, son los elementos que hacen que este aplacado sea un interesante reto para nosotros.

 La limpieza del acerado nos lleva algunas horas.

Al acabar la limpieza, trazamos una serie de niveles (en la imagen líneas de color azul) para asegurarnos de que llegamos de un extremo al otro de la fachada con el aplacado completamente nivelado, salvando así la dificultad del desnivel de la acera. 

 Antes de comenzar, reparamos los desperfectos en el acerado y rellenamos el hueco entre la fachada y la solería de la acera, ya que necesitamos un apoyo firme que soporte el considerable peso del aplacado.

Tras completar esta tarea, se procede al vaciado de aproximadamente 1 cm para que el aplacado quedase ligeramente por debajo del nivel del acerado con el fin de que no se vea el corte de las piezas inferiores.

Y tras todos estos preparativos comenzamos nuestro trabajo propiamente dicho. El soporte sobre el que trabajamos es mortero convencional y para la fijación del recubrimiento porcelánico usamos cemento cola (porcelánico), que aplicamos con llana dentada de 1 cm. En la foto podemos ver a mi hermano Manuel "con las manos en la masa".

 A partir de aquí, decidimos trabajar sin regla sobre la que montar el aplacado. Decisión bastante arriesgada esta ya que el más mínimo error podría ser fatal y tener graves consecuencias, pero que si se realizan con rigor los cortes de las primeras piezas que van sobre el acerado y se pone sumo cuidado  con las mediciones respecto al nivel trazado no tiene por que darse ningún problema como así fue.

En esta foto podemos ver la considerable pendiente de la acera, cosa que se aprecia al comparar la altura del aplacado en ambos extremos de la foto.


Como consecuencia de la pendiente de la acera, las piezas de abajo son en forma de cuña de distintas medidas.


Aquí llegamos a uno de los extremos de la fachada donde se encuentra la mayor superficie a recubrir, así como una considerable altura. Además aquí nos encontramos con 5 estrechas ventanas de dos medidas distintas, que nos obligan a poner reglas para salvar sus huecos y continuar con el aplacado hacia arriba.

Al acabar una jornada, el aspecto que presenta el tajo dice mucho de quien lo trabaja. Aquí podemos ver una de nuestras cualidades, el orden y la limpieza en el trabajo es sin duda un plus que aportamos a un trabajo bien hecho. Durante el boom inmobiliario gran cantidad de responsables de obra no apreciaban esta forma de trabajar y hemos podido ver como esta cualidad practicamente desaparecía, ya que se daba valor al trabajo rápido (cuanto más mejor), descuidando no solo la calidad de los alicatados sino la forma de realizarlos, pudiéndose ver en las obras tajos de alicatadores donde parecía que había caído una bomba (con el suelo completamente cubierto de restos de azulejos de todos los tamaños y formas , cartones y sacos de cemento cola) con el peligro que esto supone. En nuestra cuadrilla nos marcamos como objetivo presentar trabajos de  calidad, no solo bien hechos sino limpios en el acabado y durante la ejecución de los mismos. En ocasiones esta forma de trabajar nos ha traído problemas con encargados de obra y compañeros alicatadores que piensan y así nos lo dicen "¡ Maestrooo, un poco peor también se puede trabajar, eeeh!.

Bueno, seguimos aumentando en altura, y usando burriquetas continuamos hacia arriba, entretenidos con la gran cantidad de cortes que tenemos que realizar alrededor de cada ventana.

Finalizamos otro día de trabajo dejando la acera (nuestro lugar de trabajo) completamente limpia, facilitando así el transito de nuestros compañeros de obra.

A la mañana siguiente, entra en juego esta plataforma elevadora, ya que el aplacado alcanza ya una altura considerable. Se trata de una máquina de fácil manejo y bastante segura si se usa dentro de los parámetros de seguridad de la misma.


Una vez colocada en su sitio, se autonivela como vemos arriba para poder subir con seguridad y seguir trabajando.


Aspecto de la fachada tras varios días de trabajo.

Esto es una cantonera metálica (de aluminio).



Poco a poco avanzamos, subiendo y bajando la plataforma.

En esta zona de la fachada, tenemos que dejar los huecos donde se instalarán posteriormente las puertas que darán acceso a la acometida eléctrica y contadores del edificio.



Sin duda alguna, esta es la zona donde la fachada tiene más altura. Aquí si que a pesar de ser muy estable la plataforma, se movía de forma considerable, cosa que daba bastante respeto.

Aquí se remata con la fachada vecina.

Para finalizar vemos como se enlecha. Usando llana de goma se va llenando las juntas con una lechada para junta fina de una conocida marca, el color usado es marrón chocolate.

Y finalmente el aspecto de la fachada queda así, como podemos ver su aspecto final se asemeja mucho al de antes de la reforma.


LECHADA DE LA SOLERÍA DEL PATIO INTERIOR Y TERRAZAS DEL EDIFICIO.

En esta obra, también nos encargamos de enlechar la solería del patio interior y las terrazas, dicha solería se realiza con la técnica llamada "Solería en espiga"  con junta de 0,5 mm. Se usa una lechada para junta ancha de hasta 10 mm, impermeabilizante en color gris oscuro.


Tras la limpieza, la solería en espiga a enlechar es esta...


Una vez acabado el trabajo, la solería queda así.  Este tipo de colocación resulta muy agradable a la vista.

El material usado es el que se muestra en la foto, se trata de gres porcelánico de formato 15x30 cm, antideslizante. Material muy resistente a los cambios de temperatura e inclemencias atmosféricas.

Patio interior, limpio y listo para proceder a su enlechado.

Extendemos la lechada en esta solería que como se muestra en esta foto no tiene el remate de la zabaleta colocado aún, de esta forma la lechada llega a todos los rincones y la junta con los muros queda campletamente rellena, lo que impide posibles filtraciones de agua.

Una vez extendida la lechada y transcurrido el tiempo necesario para que fragüen las juntas (este tiempo varía en función de las condiciones meteorológicas), se procede a su retirada y limpieza. Este tipo de lechada supone para muchos compañeros un gran problema por las dificultades que presenta su limpieza, sobre todo en solería que sea porosa, que tenga superficie irregular o que sea como en este caso antideslizante (su superficie presenta un aspecto de lija) que hace que se fije la lechada y sea difícil su limpieza.
Y este es el aspecto final del patio interior, después de ser enlechado y haberse colocado la zabaleta ( que es la pieza que une el suelo con los muros).

Una de las terrazas sin enlechar.

En las siguientes fotos podemos ver distintas vistas de la terraza principal del edificio.





Espero que os haya gustado este artículo. Si te interesa el mundo del alicatado...No te pares solo aquí, tienes muchos otros en el apartado "Lo más visto", o si lo prefieres paseate por "El archivo del Blog".